Cuando tienes que vender un activo que tiene muchos años, y muchos de ellos sin realizar inversión en reformas o mantenimiento, la venta de activo se hace muy complicada.
No sólo por el valor sentimental no monetizable. Principalmente es porque las expectativas de valor de venta no coinciden con las del valor de compra, y ello provoca mucho tiempo en el proceso de venta, meses e incluso años, hasta que, normalmente, quién vende cede y ajusta el precio, o tiene un golpe de suerte y este periodo de tiempo algún nuevo factor entra en juego. Pero es mejor no confiar en la suerte.
Claro, todo depende del tipo de activo y del potencial comprador, ya que, si el activo es potencialmente un patrimonio explotable, el comprador lo reformará para iniciar la actividad y posterior venta con valor añadido.
Veamos un ejemplo: una casa unifamiliar de 400 m2 construidos en solar de 800 m2, en segunda línea de mar de un pueblo de la costa. Un originador ve la oportunidad de comprarla para reformarla entera y hacer 5 suites de lujo como apartamentos turísticos, convirtiendo esa casa con buena localización pero horrible que nadie quiere visitar, en un hostal boutique, con una rentabilidad de dos dígitos anuales.
Para llegar a estas rentabilidades tan atractivas no puedes realizarlo gracias a préstamos hipotecarios o de fondos, ya que tendrías que asumir altos costes financieros por la alta inversión frente el valor de compra de la casa.
Además, los originadores de proyectos como el expuesto tienen los recursos finitos, por tanto podrán acometer pocos proyectos. Sin embargo, hay miles de oportunidades como estas, ¡qué lástima no poder realizarlas!
Compra bien, rehabilita con calidad y costes controlados en corto plazo, y la rentabilidad de la inversión será óptima.
ICH te ofrece inversión en equity (no préstamo sin generar costes financieros) para poder compartir la rentabilidad con otros socios que confían en la propuesta de negocio de explotación del hostal boutique y posterior venta del conjunto, conocen la zona, conocen al originador, entienden los riesgos que asumen y sus mitigantes, en fin que estarían dispuestos a aportar parte del capital pero no todo, porque no quieren concentrar riesgos.
Con la propuesta ICH todos ganan: el que vende la casa que por fin la ha vendido con una negociación de precio. Por cierto, le gustó tanto el proyecto que se quedó con el 30% de la participación, ya que no necesitaba el 100% de desinversión. Gana el vendedor ya que puede cobrar su comisión por venta, y ganan los inversores de ICH ya que participan de una rentabilidad óptima de una inversión sin volatilidad.
Siempre que el originador sea de referencia y el proyecto sea de calidad con una rentabilidad equilibrada, tendremos inversores. No es fácil encontrar un inversor que aporte 1.500.000 euros, pero si 10 inversores que aporten 150.000 euros. Muchos de ellos serán de la misma localidad, ahorradores que quieren rentabilidad de dos dígitos y saben que el nuevo hostal boutique será un éxito.
Gracias a ICH y su Saas Crowd se puede conseguir, 100% digital y con un óptimo coste de captación de financiación alternativa, en equity recurrente.
